La obtención de información sobre el cliente es la moneda de cambio que mueve las decisiones de las marcas en el retail. Sin el tratamiento adecuado se vuelve inservible.
Los grandes jugadores de la industria llevan años recopilando información de las tiendas físicas o los canales digitales con el objetivo de detectar oportunidades en los hábitos de consumo.
Esto ha hecho que la inversión en tecnología para lograrlo sea cada vez más común, sin embargo, esto no asegura el éxito de la toma de decisiones.
La razón de que esto suceda se deba a la falta de trabajo en equipo que existe entre áreas. Cuando la información sólo se usa para con un sólo propósito y no está alineada a todos los niveles, las acciones pueden estar mal planteadas.
A pesar de que esto parece lógico, la falta de comunicación entre departamentos puede ser la causa por la que una estrategia con la información más precisa no tenga el impacto esperado.
Si hablamos de una marca con diversos canales de venta, este problema puede escalar a otras dimensiones, ¿Cómo resolver el mejor escenario para los clientes que interactúan con la marca en todos los canales posibles?
Los departamentos de ventas, marketing y operaciones deben conocer la misma información del cliente para equiparar la relación con el cliente en cada punto de contacto.
Si el cliente percibe la falta de unidad y su proceso de compra se vuelve negativo es muy probable que los esfuerzos no tengan éxito.
Una estrategia omnicanal fundamentada entre las diversas áreas y basada con la información recopilada de todos los canales de contacto con el cliente, puede acortar la brecha y mejorar las ventas.